En la asamblea celebrada la semana pasada -antes de conocerse la nueva agresión del grupo parlamentario socialista en el Congreso- se debatió en profundidad el alcance de la reforma laboral, y el modo en que nos acabará afectando a todos/as los/as trabajadores/as.
La necesidad de trabajar y de implicarse al máximo durante todo el mes de septiembre fue perfectamente entendida por nuestros/as compañeros/as, así como la necesidad de para por completo nuestra emprea.
En la asamblea se aprobó una resolución de apoyo a la huelga que ya hemos distribuido por nuestra empresa y que ahora, dando cumplimiento al mandato asambleario publicamos en el blog:
La Sección sindical de UGT de Troll, se adhiere a la convocatoria de huelga del 29 de septiembre.
Todos/as los/as trabajadores/as tenemos muy claro que esta crisis la vamos a pagar sólo nosotros/as. La crisis no la van a pagar ni los especuladores, ni los rentistas, ni los banqueros, ni los empresarios, sino los que nos ganamos la vida con una renta salarial ya de por sí insuficiente. De hecho, ya hace varios años que estamos pagando los excesos de los que se han enriquecido sin mesura, con desempleo muchos que estaban empleados, con ERES de suspensión y absorción de los salarios, muchos de los que conservamos el trabajo. Estamos pagando además con la subida del IVA del 2%, con la subida de los servicios esenciales entre un 4 y un 6%, con la supresión de la deducción fiscal de los 400 € y el cheque bebé de 2500€ por nacimiento de hijo/a; con la reducción del 5% del salarios de los trabajadores públicos y la congelación de las pensiones de nuestros mayores e impedidos.
La reducción del gasto público afecta en mayor medida a las partidas sociales y las infraestructuras y ahora, además, tenemos dos reformas legales estructurales que van a cambiar el modo de vida de las clases populares. Nos referimos a la reforma laboral y a las reformas de las pensiones. La segunda está todavía en trámite de aprobación por el gobierno, pero todo indica que va a consistir en un aumento de la edad de jubilación de entre 2 y 5 años y en un aumento de los años para el cómputo de las pensiones, lo que conllevará una reducción de entre el 5 y el 15% de las pensiones medias.
La reforma laboral sí que es una realidad, una tremenda y triste realidad. Esta enésima vuelta de tuerca al Estatuto de los Trabajadores, va a significar un retroceso histórico de los derechos de los trabajadores/as. La aplicación de la reforma se concretará en un empobrecimiento real de los asalariados/as y un empeoramiento de las condiciones de trabajo por el refuerzo de la capacidad de control del empresariado. Esta reforma apenas penaliza la contratación –incluso eleva la contratación de obra y servicio a tres años- y sí que desactiva, por el contrario, todas las defensas de la forma típica de la relación laboral, esto es, el contrato indefinido. El Estado asume el coste de 8 días en todas las indemnizaciones a través del FOGASA sin que haya aumento de las cuotas empresariales por esta partida, y el despido improcedente de 33 días pasa a convertirse en el despido típico y generalizado. Sin embargo, lo peor de la reforma es la liberalización del despido objetivo, que no sólo pasa de 20 a 12 días para el empresario, sino que suprime la tutela jurídica del despido al eliminar la causalidad de esta extinción. Con el nuevo redactado las causas del despido pierden su concreción y fuerza jurídica y se vuelven generales y abiertas, lo que hará que este tipo de despido, hasta ahora sólo reservado para empresas en situaciones terminales y despidos colectivos, se convierta en el despido estrella. Constituirá de facto, un despido libre y prácticamente gratuito.
La reforma laboral privatizará la intermediación del empleo, reforzando a las ETTs y haciendo que éstas puedan incluso proponer la retirada de los subsidios de desempleo. En lo referente a las condiciones de trabajo, establece normativas que debilitan la cobertura de la negociación colectiva, haciendo mucho más fácil los descuelgues salariales de las empresas sobre los convenios a los que hayan acogido y las modificaciones colectivas de las condiciones de trabajo. Esto último abre la puerta, al alargamiento de la jornada laboral ya sea en cómputo diario o anual, o a la pérdida de sábado como no laborables o las vacaciones de verano.
Esta situación tan negativa que ha propiciado la pusilanimidad del gobierno frente a los empresarios y los mercados, puede y debe revertirse a través de la movilización social. Por ello, es más importante ahora que nunca la unidad sindical, y la implicación de todos/as los/as trabajadores/as para combatir una reforma laboral que aspira a introducir en el Estado español, el modelo social anglosajón, es decir, sin indemnizaciones, sin negociación colectiva, sin cobertura social y con salarios de pobreza.
Es el momento de que todos/as plantemos cara a través de la huelga general convocada por las dos grandes confederaciones sindicales del Estado español para el próximo 29 de septiembre. Estamos a tiempo de parar el país y de obligar al gobierno a buscar soluciones progresistas a la crisis que combatan la desigualdad social que está en la base de los problemas que vivimos hoy. Tenemos la obligación moral de parar nuestra fábrica el próximo 29 septiembre. Los/as afiliados/as de la sección sindical, simpatizantes y trabajadores/as en general debemos comprometernos para asegurarnos que la jornada de huelga del 29 de septiembre sea un verdadero éxito en nuestra fábrica y en nuestra ciudad.
El 29–S tenemos, pues, una cita ineludible.
A la huelga general!!
Esta asamblea de afiliados/as aprueba comunicar a la empresa la convocatoria de huelga y publicar esta resolución de apoyo a la misma en el marco de la fábrica y en el blog de la sección sindical.
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