Reproducimos a continuación la resolución. Por si no diera tiempo de una felicitación específica, nuestros mejores deseos para todos/as en el nuevo año. Feliz 2011!!.
Como hace unos meses frente a la reforma laboral, nos encontramos de nuevo frente a otra agresión sin parangón contra los cimientos del estado del bienestar y del propio estado democrático, nos referimos a la reforma de las pensiones. La especial contundencia que está demostrando el presidente del gobierno así como sus ministros, nos hace temer un escenario con algunas de las propuestas más regresivas: aumento de la edad de jubilación a los 67 años, aumento del periodo de cálculo a los 20 o incluso 25 años o subida del tope cotizable de los 35 a los 37 ó 39 años. Todas estas medidas se basan en un falso debate alentado por posiciones supuestamente neutrales y científicas que alertan de una quiebra irremediable del sistema por el envejecimiento de la población. No se trata de opiniones inocentes sino interesadas que ansían que los fabulosos montantes de las contribuciones sociales pasen al sistema financiero y que el aligeramiento de las cargas sociales para los estados justifique después las bajadas de las cotizaciones sociales para los empresarios.
La reforma de las pensiones puede significar un nuevo empobrecimiento de las clases populares. Pero no sólo va a redundar en una reducción importante de la pensión (por un lado o por otro) sino que significa un cuestionamiento del propio papel de los sindicatos. Desde el movimiento sindical nos hemos identificado hasta la presente con el papel rejuvenecedor de las jubilaciones parciales y hemos hecho bandera de enganche de la jubilación a los 60 años para la construcción y otros trabajos pesados o penosos; una reforma como la anunciada nos pone al pie de los caballos y cuestiona nuestra misma capacidad de asegurar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Por ello desde nuestra sección sindical pedimos la máxima contundencia en la respuesta. Pedimos una definición y un posicionamiento claro que deje atrás los errores cometidos con la huelga del 29-S. Desde el SOT-UGT pedimos una huelga general antes de la aprobación de la ley, antes del trámite parlamentario que permita incidir en el propio legislador.
No podemos permitir un retroceso histórico para nosotros en lo que tan sólo es un escalón más para los mercados y los que los contralan. En unas semanas más, concluirá el plazo marcado por la reforma laboral para la reforma de la negociación colectiva; el mismo sentido de los convenios está en tela de juicio si se elimina la ultraactividad y la garantía de mejora. Por ello todos los integrantes del sindicato nos debemos volcar en dar una respuesta de firmeza al gobierno socialista, que pase por la nueva convocatoria de huelga general si no rectifica. No queda otra alternativa para mantener la dignidad y recuperar la moral de lucha.
Esta asamblea acuerda hacer pública esta resolución en el marco de la empresa y remitirla a la dirección del sindicato comarcal del Vallès Oriental y a la Federación Nacional.
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