Ya hemos distribuido entre todos/as los/as compañeros/as de la fábrica, la edición nº 24 de nuestra publicación, correspondiente a los meses julio y agosto. Una publicación que reaparece ahora, tras un parón de varios meses, que mucho ha tenido ver con los trabajos de reubicación que nos han tenido ocupados desde la pérdida de las elecciones en enero pasado.
Precisamente con un editorial de análisis de este medio año largo del nuevo comité, reaparece el Tiempos Modernos, una revista ya veterana -vamos por le sexto año- que ya echaban a faltar nuestros/as compañeros/as de Canovelles. En el editorial y en algún artículo interior hacemos balance de un corto periodo de tiempo que está marcado por dos coordinadas básicas: la falta de contradicción entre la nueva mayoría y la empresa; y la candidez y la falta de capacidad en general, del grupo mayoritario. De pasada diremos, que la empresa está encantada con la nueva situación.
En este número hay un poco de todo, seguimiento de la prevención de riesgos, el juicio a compañero despedido gracias a la reforma laboral en diciembre pasado, una crónica sobre la salida del director general del grupo (posiblemente la persona que más nos ha odiado) y en la contraportada, cómo no, una mención en tono jocoso a la nueva denominación del grupo: Luxiona. Sí, Troll ya es historia, este nombre tan poco oportuno en la red desaparece. Como decimos en la contraportada, por más que se hayan gastado una millonada en la creación y gestión de la marca, a nosotros nos recuerda a Expediente X.
En fin, aquí os dejamos el enlace para quien le quiera echar un vistazo. Está disponible en pdf y en la página de la web de la Federación nacional del metal. Gracias como siempre, a Xavi, el informático de la casa, que nos echa una mano con la difusión en la red de nuestras publicaciones. Está disponible, junto a la serie histórica de números, desde el primero difundido por internet (el nº 15) de mayo de 2008. El enlace es el siguiente:
Tiempos Modernos nº 24 Juliol-Agost 2011
"Ésta es una reflexión guiada por la autoexigenica. no da pausa, arremete. Es una búsqueda cuya meta es un comienzo. Un caminar donde resuenen los pasos de la conciencia. Por eso, nos caracteriza como seres humanos un constante estar yendo que no siempre alegra, pero obliga" Hugo Zemelman. El Ángel de la Historia.
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