
Ayer nos concentramos en las puertas de nuestra empresa una cincuentena larga de trabajadores de Troll para protestar por los seis despidos que se produjeron la semana pasada y que se suman a un goteo constante de rescisiones de contratos en lo que llevamos de año.Fuera del horario de trabajo y coincidiendo con la entrada y salida de los turnos de mañana y tarde, nos concentramos en la entrada principal para chillar a los directivos y propietarios que no queremos más despidos, ni pagar la crisis, ni la empresa de 250 trabajadores que acaban de comprar en Polonia la misma semana que se handeshecho de seis compañero de las secciones de taller, calidad y montaje. Nada nos han dicho de la compra de la empresa polaca Aga Light que el grupo JPF ha adquirido, mas que han realizado la operación con ayuda pública, que factura 18 millones de euros y que a los polacos les hace mucha gracia que en España a los catalanes nos llamen polacos; despiden a nuestra gente y encima tenemos que soportar que nos digan tonterías.
Los/as trabajadores de Troll no estamos para tonterías. Los despidos de casi el 10% de nuestra plantilla a través del infame despido disciplinario con reconocimiento de la improcedencia, no son tanto la situación de caida de la facturación por la crisis, como el inicio de un proceso de redimensionamiento de nuestro grupo, que reducirá la planta de Canovelles paulatinamente y desplazará parte del proceso a Polonia. Nuestra empresa no quiere el diálogo, quiere la imposición, no quiera hablar de bajas incentivadas ni de prejubilaciones ni de flexibilidad y se niega por sistema a darnos la información económica a la que nos da derecho el Estatuto de los Trabajadores. Desde el SOT-UGT y el Comité se está haciendo un gran esfuerzo para concienciar y movilizar a los trabajadores, una tarea muy difícil en una empresa que sólo se ha movilizado dos veces -con ésta de ayer- en sus más de ochenta años de historia. Superar el control que la empresa tiene de los/as compañeros/as de oficinas a través de una candidatura amarilla en el Comité y revertir el miedo atávico que sienten muchos de nuestros/as compañeros/as de fábrica son algunas de las tareas que consideramos prioritarias. Superar el fatalismo relativista de que nada sirve de nada y nada se va a conseguir con la lucha y convertir la rabia por los contínuos engaños de la dirección de la empresa en el combustible que aliente la indignación y la protesta.
Desde el SOT-UGT y el Comité no vamos a permancer impasibles. Ayer nos concentramos a las puertas de la fábrica, colgamos pancartas y llenamos Canovelles y Granollers de carteles contra los despidos y la desinformación sobre la empresa polaca que nos hace temer una deslocalización. Si la empresa no cambia de rumbo, sino accede a negociar asegurándonos los puestos de trabajo nos esperan unos meses de lucha y de compromiso sindical.